A grandes males... ¡mejores remedios!

¿Qué se puede hacer si de la noche a la mañana el micrófono del portátil deja de funcionar justo cuando lo necesitas para un proyecto importante?

a. Nada

b. Rezar

c. Pensar en excusas

d. ¡Trabajar!

Las tres primeras opciones son adecuadas para los vagos, pesimistas, dejados, víctimas, etc. etc. La tercera, en concreto, es para alguien imaginativo y con cabeza que siempre se sale con la suya gracias a su ingenio. Está última opción podría resultar interesante, pero si realmente se pretende no perder el tiempo y hacer algo de provecho, está claro que no queda otra que ponerse manos a la obra y tratar de aproximarse a lo que se pide de la manera más fiel posible.

Objetivo inicial: hacer un vídeo en el que el autor apareciese tratando de convencer del uso de Open Office frente a Microsoft Office.

Resultado final: Vídeo explicativo en el que el que se muestran las semejanzas y diferencias entre ambos programas informáticos.

¿Que no hay mucha diferencia?

La diferencia es abismal, no tanto en el contenido, sino en las horas de trabajo: frente a una grabación que puedes tardar un cuarto de hora en conseguir que salga como deseas, a meter más de diez horas en un proyecto que, apesar de que no es nada del otro mundo, requiere su tiempo y concentración. (Y a esto hay que sumarle la modificación de todo el plan de grabación previsto en un primer momento)

El resultado puede que no sea lo que se pedía en un principio, pero queda patente que me he desvanado los sesos intentando realizar algo semejante en vez de tirar la toalla a la primera de cambio. (Sinceramente, creo que hasta he mejorado lo que inicialmente tenía pensado jijiji)

Por si todavía os preguntáis qué es lo que realmente he hecho, aquí os dejo el vídeo. Juzgad vosotros mismos:

PD: Lo mejor de todo es que el proyecto se ha podido expandir a través de vcasmo, Facebook, You Tube, Blogger, Livestream... Cosa que, haber sido grabado con una cámara normal, no habría podido ser impulsado en tantas plataformas distintas debido a los formatos acetados.